sábado, 10 de abril de 2010

A Propósito de Fernando Lugo: Las defensas de la jerarquía católica sobre pederastia


A Propósito de Fernando Lugo: Las defensas de la jerarquía católica sobre pederastia

Oscar Ugarteche

ALAI AMLATINA, 08/04/2010.- Tras la ignominiosa carta a los irlandeses
donde el Papa redujo el problema de la pedofilia a un país y a un
informe público en vez de tomar el toro por las astas y hablar del
problema generalizado que estamos viendo alrededor del mundo y en
particular del escandaloso caso Maciel, fundador de los Legionarios de
Cristo en México, orden conservadora e inflexible.

Lo que salta a primera vista en el caso Maciel, ya comentado por Carmen
Aristegui en CNN, es que el filósofo, cuyas ideas son utilizadas para
educar niños y niñas de la elite mundial, era, por un lado, un
mentiroso, por otro, un libertino y por otro un pedófilo. Lo que hace
del caso Maciel un ejemplar es que cometió pedofilia con sus propios
hijos, lo que debe de ser la peor aberración existente. Si hubieran sido
sus hijas hubiera sido incesto pero como son varones se le llama
pedofilia, pero es en realidad una pedofilia incestuosa.

Este caso, entre centenares de miles denunciados y que han salido a la
luz pública, ha llevado a la orden a salir del voto de silencio que
habían mantenido pero además ha removido las estructuras de la base
educativa de la orden. Con escuelas en Alemania, Argentina, Australia,
Austria, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Corea del Sur, El Salvador,
España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Guatemala, Holanda, Hungría,
Irlanda, Italia, México, Nueva Zelanda, Perú, Venezuela, es una orden
que administra activos por decenas de miles de millones de dólares y que
tiene la fuerza como para convocar al Papa a visitar México siete veces
y también suspender la investigación sobre Maciel.

Encargado de educar a la elite en los países donde se encuentra, queda
la duda de si de tal palo, tal astilla, y de si la actitud de esta orden
en general frente a los diversos temas que giran en torno a su fundador
y que callaron durante décadas llevando incluso a que el actual Papa
suspendiera la investigación fue con conocimiento de causa.

El dinero es poder y esta orden es llamada también los millonarios de
Cristo por la falta de voto de pobreza que profesa visiblemente y por la
clientela (feligresía en estricto sentido religioso, si fuera el caso)
que cultiva. Maciel dejó un imperio eclesiástico estimado por el
periódico italiano L’espresso en 25 mil millones de euros y con un
presupuesto anual de 650 millones de euros, según el Wall Street Journal.

El mausoleo de Maciel está en Roma y costó, según algunos medios, 50
millones de euros. Es irritante que una orden católica que debe de
predicar con el ejemplo, esconda el ejemplo de su fundador detrás de un
voto de silencio que luego se extiende más allá de la orden y llega la
prensa y a la sociedad en su conjunto.

En países como el Perú, sin ir más lejos, o en el propio México, los
grandes medios no rebotan este tema, dejándolo para diarios más de
izquierdas. Lo que aparece en el New York Times o el Wall Street
Journalno llega a las elites latinoamericanas que son las que bancan a
esta orden y cuya educación reciben. Educar elites tiene grandes
ventajas cuando de crímenes se trata, porque si de algo sabe la elite,
es callar frente a la desgracia de uno de los suyos. También, como se
vio en los juicios por corrupción en el Perú, sabe proteger a los suyos
aunque los que no son los suyos vayan a la cárcel. El límite del cinismo
ha sido, sin embargo, cuando Angelo Sodano, el ex canciller del Vaticano
del periodo de Juan Pablo II, conocido por su rigidez frente a los temas
relacionados a la sexualidad entre adultos que consienten, dijo que el
Papa no debería de hacer caso de los chismes.

La Jornada publicó una foto, cuyo pie dice: “Benedicto XVI abraza al
cardenal italiano Angelo Sodano durante la misa de Pascua en la catedral
de San Pedro. En un gesto inédito, fuera del protocolo religioso, Sodano
habló en nombre de la jerarquía de la Iglesia católica para manifestar
su respaldo incondicional al Papa, en medio de una crisis provocada por
curas pederastas”.

Dos días más tarde, el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha salido a
decir que “"Puede haber menores que sí lo consientan -refiriéndose a los
abusos- y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son
menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso
si te descuidas te provocan".

Esta bestialidad, propia de una mente enferma, puesta en boca de un
obispo suena a defensa de cuerpo. El obispo no puede separar el abuso de
un adulto a un menor de la relación entre dos personas que consienten
porque ambas son enfermas. El obispo de marras agregó “que la diferencia
entre la homosexualidad y los abusos está clara, plantea una pregunta:
"¿por qué el abusador de menores es enfermo?".

La naturaleza corporativa de la defensa es evidente cuando se agrega que
el obispo de obispo de la prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Elizondo,
dijo, al inicio de la semana santa, que “los curas pederastas merecen
perdón porque no sabían lo que hacían (…). Hasta ahora nos damos cuenta
por la ciencia y los estudios de las consecuencias de esos actos, que
pueden afectar y dañar, pero antes no se sabía”. Y agregó: “Lo hicieron
por ignorancia, a lo mejor no sabían. En tal medida puede aplicárseles
el precepto de Jesucristo ‘perdónalos, porque no saben lo que hacen’”.

No puede dejar de mencionarse que el mismo que perdona pederastas dijo
también, al igual que el de Tenerife, “que los matrimonios entre
personas del mismo sexo no tienen madre”. Lo que ocurre entre dos
personas que consienten es para estos lo mismo que el abuso de menores.
No es extraño que la iglesia católica haya perdido seguidores alrededor
del mundo con obispos de esta ralea.

El caso Maciel ha sido eclipsado por la mencionada Carta a los
Irlandeses pero persiste como el escándalo más dañino porque impacta
sobre la vida de una orden fundada por un monstruo que casi fue
santificado y cuyas investigaciones fueron detenidas por Ratzinger en el
año 2006 aduciendo la edad de Maciel. Es decir, estos crímenes fueron
dejados de lado en consideraciones de la edad y ocultados en el
silencio. La interrogante es si existe alguna relación entre la rigidez
en la educación sexual de niños y niñas y la conducta sexual compulsiva
y abusiva de los educadores religiosos frente a ellos. Es decir, si es
que hay que investigar a las órdenes conservadoras en general por estos
tipos de crímenes y detectar si es que hay una relación entre una cosa y
la otra. La peculiar obsesión católica con el sexo se puede ver como
anómala, pero la obsesión de las órdenes de nuevo cuño y las
agrupaciones religiosas fundadas en el siglo XX, son mucho mayores y más
severas en el nombre de respetar más fielmente los principios católicos.
Estos grupos son los disidentes de la modernización de la iglesia que
llegó con el Concilio Vaticano II y son los que persiguieron con alma,
corazón y vida a los teólogos de la liberación, llegando a excomulgar a
algunos.

La pederastia es un asco que debe ser resuelta denunciando a los
pederastas en todos los países y dejando que la justicia haga lo suyo.
Mientras tanto, la Iglesia debe hacer su trabajo dentro de casa y dejar
de negar esta monstruosidad, bandera de todas las denuncias sobre
pedofilia so riesgo de perder autoridad moral, que es la única que tiene.

- Oscar Ugarteche, economista peruano, trabaja en el Instituto de
Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Es presidente de ALAI e
integrante del Observatorio Económico de América Latina (OBELA)
www.obela.org

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