Cuando la prensa internacional y la izquierda chanta hablaban de que en el Paraguay había triunfado la izquierda con el cura Fernando Lugo, cabría esperar un acercamiento a la China Continental, en desmedro de Taiwán, un estado paria al cual desconoce la abrumadora mayoría de la comunidad internacional.
Sin embargo, el cura parecería seguir prefiriendo a Taiwán antes que a China.
Mientras la República Popular China fija su mirada hacia el Paraguay, con el propósito de establecer relaciones oficiales, el ministro Lacognata viajó ayer rumbo a la República de China Taiwán.
Una de las coartadas del periplo turístico de Lacognata es procurar la venida de inversionistas, un libreto tan desgastado como la imagen del gobierno del cual forma parte.
La visita oficial incluye en agenda una reunión con su colega oriental Timothy Chien-Yang, y el presidente taiwanes, Ma Yin-jeou. De acuerdo con la programación divulgada en Cancillería, Lacognata tiene prevista además una reunión con los becarios paraguayos que cursan estudios superiores en aquella nación.
Desde la llegada al poder del cura Lugo, las relaciones internacionales que la guerra fría asignó al Paraguay no han sufrido ninguna variación, la influencia de Estados Unidos, la Colombia de Alvaro Uribe y Taiwán, sigue siendo abrumadora.
La mayoría de los aliados electorales del cura para llegar al gobierno, como la prensa mediática y los empresarios enriquecidos durante la dictadura anticomunista de Stroessner, han ganado gran influencia y prácticamente han prohibido a Lugo relacionarse con Hugo Chávez y otros gobiernos de la constelación bolivariana en la región.
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