viernes, 17 de julio de 2009

FERNANDO LUGO, BRASIL Y SUS DESPLANTES DE POTENCIA IMPERIAL

LUIS AGUERO WAGNER

Esta evidencia sólo nos permite concluir que más allá del imperio de los imperios, si hay imperio que tiene hoy sometido al Paraguay del obispo Fernando Lugo, es el imperio de la imaginación

“Estados Unidos celebra el auge de esta gran república en América del Sur” decía refiriéndose a Brasil el Washington Post en 1929, notando que ese país había “emprendido el camino hacia la paz y prosperidad permanentes”.
El Wall Street Journal había sido más agudo y sincero cinco años antes al notar que “Ningún territorio del mundo resulta más prometedor para la explotación que el Brasil”. Cuando la prensa norteamericana habla de explotación, obviamente, está insinuando que los explotadores indefectiblemente deben ser norteamericanos.
Escuchando más al Wall Street Journal que al Washington Post, los líderes norteamericanos durante el siglo XX utilizaron al Brasil, tal cual lo señala el historiador jefe de la CIA Gerald Haines, como “zona de prueba para métodos científicos modernos de desarrollo industrial”.
El desarrollo que los experimentos podían lograr para el Brasil, lógicamente, no debían alterar el “bienestar del sistema capitalista mundial”. Vale decir, no debían promover productos que puedan resultar complementarios o competir con éxito ante la industria estadounidense.


DESPLANTES DE POTENCIA IMPERIAL

"La forma en que el Gobierno brasileño está reaccionando ante una serie de contenciosos con algunos de sus países vecinos, como Ecuador, Bolivia, Paraguay, Venezuela o Argentina, revela, en la práctica, un refuerzo del liderazgo de Brasil en la región. La dura reacción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a la pretensión de Ecuador de dejar de pagar una deuda contraida con el Banco de desarrollo de Brasil (BNDES) para la construcción de una hidroeléctrica, convocando a su embajador en Quito, y las amenazas anteriores al Gobierno boliviano de Evo Morales, indican la forma en que Brasil actúa en la región" indica un comentario publicado por la prensa española.
La dinámica imperial y los desplantes de potencia brasileños son bien conocidos por Paraguay, arrasado en el siglo XIX por una guerra contra el Brasil monárquico inspirada y financiada por intereses británicos, que apoyaban así la destrucción de un gobierno proteccionista sufragando una contrarrevolución monárquica borbónica en el Plata.
El equipo del obispo Fernando Lugo conoce perfectamente el poderío y la actitud del Brasil en el tema Itaipú, pero insiste en reclamos inatendibles para dañar al Mercosur en beneficio de Estados Unidos y fingir nacionalismo, aunque tan sólo para las aguas bajo la represa de Itaipu.
Esta obra tiene varios actos, y todos se inician en el mismo lugar: la embajada norteamericana de Asunción.

LA "ADVERTENCIA" DEL OBISPO
No hace mucho el general José Carvallo, Jefe del Comando Sur del Brasil, afirmò que si el presidente Lula Da Silva lo ordena, fuerzas militares invadirán Paraguay y se lanzarán sin miramientos sobre la represa de Itaipú
El gobierno paraguayo respondió expresando su disgusto a través del ministro del Interior, Rafael Filizzola. Para Filizzola, esas expresiones de Carvalho a una revista de Brasil constituyen "un atropello a la soberanía" de Paraguay.
"Son posturas que se han quedado ancladas 50 años en el pasado. O sea, no tiene sentido en este momento hablar de soluciones o de respuestas militares en una región que ha apostado por la integración", también manifestó el titular del Interior de un gobierno que desde su campaña proselitista ha apostado a tirotear precisamente contra ese proceso de integración.
Carvalho había señalado que la seguridad de Itaipú era "responsabilidad de la propia empresa, de la Itaipú Binacional, en primer lugar", pero advirtió que "en caso de que ella no consiga más prever la seguridad de sus instalaciones, sea por la invasión de movimientos sociales u otras amenazas, el problema se podrá volver una cuestión policial o militar".

A una controversia sobre Itaipú, se agrega la tensión provocada por la permanente amenaza de campesinos "sin tierra" paraguayos de invadir tierras de brasileños instalados en Paraguay -los llamados "brasiguayos"-, en una franja que el gobierno de Brasilia parece considerar un Sudetes Sudamericano.
Curiosamente la prensa que finge una posición ultranacionalista en el tema de Itaipú, como ABC color, tiene una posición incongruente en el tema de los sojeros brasileños, subisidiarios de Monsanto, a los que defiende a capa y espada con una enjundia sólo comparable a la que aplica para exculpar al imperio norteamericano de sus crímenes intervencionistas en la región.
TAMBIEN CON ECUADOR Y BOLIVIA
El llamado la semana pasada a Brasilia del embajador brasileño en Quito, Antonio Marques Porto, "para consultas", constituye una señal elocuente de disconformidad ante la declarada intención del presidente ecuatoriano Rafael Correa de no reconocer un préstamo hecho por un banco brasileño. El préstamo que ahora se discute fue concedido por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil para la construcción de una hidroeléctrica. La encargada de construir la planta de San Francisco fue la constructora brasileña Odebrecht, razón de la financiación por parte del BNDES.
El problema es que la hidroeléctrica, muy poco después de inaugurada, dejó de generar energía debido a fallas estructurales de construcción. Odebrecht obtuvo un plazo para solucionar los problemas, pero no logró solucionarlos.
La reacción del gobierno de Correa fue desmesurada: ordenó primero la expulsión de la empresa brasileña de Ecuador, y luego decidió realizar una auditoría en todo el proceso, que condujo a la decisión de cuestionar la deuda ante la Cámara Internacional de Comercio. El banco brasileño de fomento alega no tener, ninguna responsabilidad en los eventuales errores de la constructora, y afirma que los contratos del préstamo son absolutamente legales y fueron aprobados por el Congreso de Ecuador.
La crisis se agravó por la falta de tacto del presidente Correa, quien anunció la contestación de la deuda, que calificó como "ilegítima", en un acto público realizado en el Centro Internacional de Estudios Superiores para América Latina (Ciespal).
Los problemas con los vecinos no son precisamente una novedad para los fogueados diplomáticos brasileños. La construcción del Mercosur fue marcada por periódicas discusiones comerciales, que a veces asumían un tono muy duro con Argentina. Bolivia, un país para el cual son vitales las exportaciones de gas natural hacia Brasil, estatizó refinerías de Petrobras después de haberlas hecho ocupar por efectivos militares, y obligó a la petrolera a firmar nuevos contratos.
RECLAMOS INATENDIBLES CONTRA EL MERCOSUR

La historia de la guerra del Paraguay nos enseña lo inflamable de los reclamos inatendibles
Una advertencia paraguaya no escuchada lo envolvió en un incendio sudamericano de proporciones inigualadas, y los reclamos inatendibles de Venancio Flores, que agredía al gobierno blanco de Montevdeo con apoyo de Buenos Aires y la marina brasileña, empujaron la paz hacia el abismo.
El ministro inglés Edward Thornton, que se había ofrecido como mediador entre los uruguayos envueltos en una guerra civil, había confesado en confianza al representante francés en Montevideo M. Maillefer que usaría los reclamos inatendibles de Flores como chispa para propiciar una guerra que permita encarrilar al Paraguay por la “senda de la civilización”.
Ante la realidad de piedra, el conglomerado de funcionarios de ONGs -solventados sobre todo por la embajada norteamericana de Asunción-, que integra el anillo íntimo del obispo Fernando Lugo, ha decidido jugar su propio partido en beneficio de sus mecenas del norte.

El equipo del obispo conoce perfectamente el poderío y la actitud del Brasil en el tema Itaipú, pero insiste en reclamos inatendibles para dañar al Mercosur en beneficio de Estados Unidos y fingir nacionalismo, aunque tan sólo para las aguas bajo la represa de Itaipu.
Mientras el nacionalismo se limita a los cursos hídricos a la altura de las represas compartidas con Argentina y Brasil, el Paraguay sigue siendo una gran base donde tropas norteamericanas tienen licencia para transitar como si fuera su casa, la embajadora Liliana Ayalde aparece en los actos oficiales relacionados a la “guerra contra las drogas” e incluso las instituciones son penetrados por herramientas de coacción imperialista como el Plan Umbral. Los mismos sojeros brasileños, que promueven en el pais el modelo monoproductor sufragado por Monsanto, son tratados como los reyes de la comarca, mientras el respetable pública aplaude a su líder teocrático como un gran nacionalista.
.
Esta evidencia sólo nos permite concluir que más allá del imperio de los imperios, si hay imperio que tiene hoy sometido al Paraguay del obispo Fernando Lugo, es el imperio de la imaginación. LAW

No hay comentarios:

Publicar un comentario