domingo, 14 de noviembre de 2010

MABEL REHNFELDT PINTA AL GOBIERNO DE FERNANDO LUGO


La periodista Mabel Rehnfeldt hace una descripción irónica de la desvergüenza con que el cura Fernando Lugo y sus secuaces disponen del dinero público para darse la gran vida

López Perito no debiera enojarse tanto porque la prensa paraguaya no habla de las buenas obras del gobierno. Es que tanto él como varios de los funcionarios, autoridades y parientes del Presidente de la República generan noticias ante las que palidecen las buenas obras.

Es muy difícil no hacerse eco de que una universidad “mau”, que fue clausurada por el Ministerio de Salud Pública y por el Ministerio de Educación, otorgó un título “Honoris Causa” a quien usurpa el cargo de “Primera Dama de la Nación”. Más difícil es no hacerse eco de que el evento patrocinado por esa misma universidad “mau” fue declarado de interés turístico por la Secretaría de Turismo. Y esto para no referirnos a la bendición que recibió desde la Municipalidad de Asunción –que tuvo la misma ligereza para declarar visitante ilustre a Luis Miguel– para declarar de interés municipal el “Simposio Internacional de Medicinas Tradicionales Ancestrales Naturales, Medio Ambiente y Ciencia Afines”.

Cuando lo irracional sobrepasa los límites normales de la cotidianeidad no esperen que seamos más oficialistas y gubernistas que nuestras autoridades. Si el propio gobierno se hizo eco del “doctorado honoris causa” otorgado en ese simposio a Ña Meché en la página de IP Paraguay, agencia oficial de noticias del gobierno paraguayo, ¿quiénes somos nosotros para ignorarlo?

López Perito no debe enojarse tanto que no nos ocupemos de los proyectos “buenos” del gobierno porque las veleidades de un abogado de Itaipú que se hace comprar con dinero público una camioneta de 420.000.000 de guaraníes sobrepasan los límites de lo racional y se convierten en una truculenta noticia para un pueblo pobre. Sobre todo para un gobierno que desde el vamos y hasta ahora nos enrostra una política social y un combate frontal a la “oligarquía”, pero se mueve en vehículos lujosos desde el primer hasta el último anillo del poder.

Pareciera que cada gobierno tiene la prensa que se merece. Si no que lo diga la prensa uruguaya que, lejos de ocuparse de los caprichos de lujo de sus funcionarios públicos, ha derrochado ríos de tinta y vínculos digitales para contar con justificado orgullo que el presidente José Manuel “Pepe” Mujica vendió la casa veraniega oficial de Punta del Este para hacerse de fondos. Los 2.300.000 dólares que obtuvo el Estado uruguayo serán utilizados para construir 50.000 casas económicas para los sin techo.

Si el gobierno paraguayo quiere que la prensa lo enaltezca, primero tiene que respetarse a sí mismo. Escándalos de paternidades y despilfarros, bravuconadas, relacionamiento con indeseables y prófugos de la justicia, la incoherencia de hablar contra los ricos y manejarse como uno más de ellos, seguirán dándonos mucho más de qué hablar a nosotros y de qué escandalizarse al pueblo.

Publicidad la tiene cualquiera, señor López Perito; con dinero puede comprar de la buena y de la mala. Sin embargo, comunicar es un arte prodigioso que muy pocos lo poseen y está directamente vinculado a la concordancia entre los dichos y los hechos, entre el sujeto y el verbo.

Cuando las autoridades pierden la vergüenza, es muy difícil mantenerles el respeto.

mabel@abc.com.py

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