El secretario General del clérigo-presidente de Paraguay, Miguel López Perito, anunció ayer que se creará una comisión especial que se encargará de la transparentación de los gastos reservados del nuevo Gobierno. Sin embargo, mencionó que dichos rubros, no serán de conocimiento público en su totalidad, debido a que “efectivamente hay rubros que son reservados”.
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Pero lo cosa no termina ahí, en la insistencia en ocultar el uso del dinero el funcionario incluso amenazó con la cárcel a los “delatores” afirmando que los datos no podrán ser divulgados a la prensa, porque quienes incumplan con la confidencialidad podrán ir directamente a la cárcel, ya que estaban bajo juramento. De esta manera, el “obispo de los pobres” niega al pueblo el derecho a enterarse el detino de estos fondos, en su totalidad.
Precisamente este funcionario palaciego, Miguel López Perito, ha ganado notoriedad últimamente en la prensa que le ha endilgado el mote de “enamoradizo”, dado que abandonó su familia para establecerse con una de sus amantes, un estilo de vida que recuerda a los corruptos funcionarios de los gobiernos anteriores. Se sabe que en su actual residencia se ofrecen cotidianamente principescas fiestas, regadas con suntuosas bebidas y donde hasta se consumen estupefacientes.
Otros personajes que han sorprendido con su aparición en público son el secretario de emergencias Camilo Soares, quien a la semana de asumir su secretaría en el gobierno del clérigo-presidente fue sorprendido con una lujosa camioneta todo-terreno y la hermana del clérigo, quien dejó el transporte público para desplazarse en un lujoso BMW.
Los gastos que pretenden ocultarse moverán un monto de cuatro mil millones durante el gobierno del clérigo-presidente.
El secretario López afirmó que se integró una comisión para dar largas al tema, recurso que en Paraguay se utiliza para diluir algún reclamo. Integrar una comisión garantiza en estos casos que no se hará absolutamente nada. “Se nombró una comisión que va a trabajar en la transparentación de la utilización de gastos reservados incluyendo la rendición de cuentas reservadas, ya que hay rubros que no se pueden hacer oficialmente a la luz pública, hay efectivamente rubros que son reservados”, expresó.
LA TRADICIÓN DE LAS CUENTAS OCULTAS
“Si son reservados, son reservados”, sentenció el clérigo-presidente de la República, Fernando Lugo, el pasado domingo en Areguá, al ser consultado sobre si hará público el uso de los gastos reservados destinados a la Presidencia.
Para quienes aseguran ser los representantes de Dios en la Tierra y proclaman que su misión es velar por la salvación de las almas, revelar asuntos tan terrenales como los avatares del vil metal siempre ha sido una cuestión sensible y conflictiva. Como siempre hay excepciones, uno de esos extraños hombres sin prejuicios para contaminarse las manos con dinero era el oportuno cardenal Paul Marcinkus, cuya huella parecen seguir hoy algunos miembros de la misma santa madre paraguaya.
La relación difundida entre el Banco del Vaticano, principal accionista del Banco Ambrosiano, y la concentración de fondos secretos de Estados Unidos destinados al sindicatos de Europa del este y a los contras de Nicaragua, así como la pertenencia del presidente del banco (Roberto Calvi) a la ilegal logia masónica Propaganda Dos (P2), dejaron atónito al mundo. Nunca antes en toda la historia de la humanidad se había asistido a la revelación de que los designios divinos, administrados por su representación en la tierra, incluían inflar precios, financiar la difusión de informaciones falsas en el Corriere Della Sera, asegurar préstamos sin garantía, mantener cuentas secretas para dictadores como Somoza, financiar corruptos partidos políticos y sindicatos en Italia y el mundo, crear empresas fantasmas en las Bahamas y Sudamérica, tirotearse con armas de fuego con la mafia por las calles de Roma y hasta asesinar en un atentado terrorista al magistrado Emilio Alessandrini, el responsable de investigar el caso.
Marcinkus, presidente del Banco del Vaticano Istituto per le Opere di Religione, había sido director del banco Ambrosiano de ultramar, basado en Nassau, Bahamas. El cardenal demostró ser un verdadero agraciado para los operaciones financieras desde que tuvo en sus manos la misión de sanear las finanzas en saldo rojo de la iglesia post-Vaticano II, algo para lo cual inexorablemente debe inocularse el mal padecido a los demás. Marcinkus se había vinculado a través de la mafia italo-americana con Roberto Calvi, según la confesión que hizo el presidente de Banca Privada Michael Sidona y no precisamente a un cura sino ante el juez. De esa sociedad surgiría entre otros el Cisalpine Overseas Bank basado en el paraíso fiscal caribeño. Calvi y el banquero del Papa operaron juntos por la voluntad de Dios para destinar dinero a operaciones ocultas, pagar sobornos, mover dinero negro procedente de la evasión fiscal o lavar dinero de organizaciones criminales como el narcotráfico.
Un verdadero ejemplo de hombres piadosos aferrados a una fe que mueve montañas (de dinero, por supuesto).
El mismo secreto en los movimientos de dinero, algo tan sugestivo como sospechoso, también parece ser una prioridad para los grupos aglutinados en el torno del obispo-presidente Fernando Lugo. LAW.
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