FERNANDO LUGO: PROMESA DE LULA PUEDE FUNDIR AL PARAGUAY
Ing. Ramón Montanía
La Federación de Trabajadores del Sector de Energía (Fetrasep) que aglutina a los más importantes sindicatos de la ANDE, Itaipú, Yacyretá y Petropar fue el propulsor de la Campaña de Recuperación de la Soberanía Hidroeléctrica cuya coordinación encargó al entonces Monseñor Fernando Lugo, quien con mucha astucia utilizó después como estandarte de su campaña electoral, consiguiendo despertar la ilusión de mucha gente que anhelada el cambio en el país, y también de muchos técnicos que esperaba el florecimiento de un sector eléctrico más honesto y responsable.
La libre disponibilidad de la energía, el precio justo, la revisión de la deuda, la cogestión plena, la culminación de las obras faltantes (Subestación margen derecha y Esclusa de navegación) y la profunda auditoria por parte de la Contraloría fueron los puntos reclamados por el Presidente Lugo al Brasil en Itaipú.
En julio del año pasado, los presidentes Lugo y Lula firmaron un acuerdo sobre lItaipú que entre otras cosas contemplaba; el aumento de la compensación por la energía paraguaya cedida al Brasil y el “obsequio” por parte del gobierno de Lula de la construcción de una línea de 500 kV entre Itaipú -Villa Hayes.
“No creo que un Tratado firmado en tiempos de dos dictaduras pueda seguir teniendo vigencia en estos tiempos en que vivimos” decía el presidente Lugo, interpretando el verdadero pensamiento de todo un pueblo que se sentía estafado por sucesivos gobiernos antipatriotas y entreguistas que por desgracia padeció el Paraguay.
Sin embargo, la desilusión del pueblo paraguayo no tardo en venir. El presidente Lugo dejo de lado los legítimos reclamos por un “acuerdo” que después de casi un año sigue empantanado en el Congreso brasileño.
El Gobierno de Lugo tiene una confianza ciega en la promesa de Lula. Perdió vigencia el histórico reclamo paraguayo de renegociación del Tratado de Itaipú. Increíblemente ahora manifiesta “que no se requiere modificación alguna del texto del Tratado de Itaipú, sino simplemente cambiar el contexto”.
La construcción de la Línea de 500 kV, tan esencial para el Paraguay espera pacientemente de la aprobación del los parlamentarios del vecino país. Este hecho fue calificado por algunos profesionales del sector como “negligente” y “pone en duda la capacidad del presidente Lugo de administrar el país y también la idoneidad de sus asesores”. Decían: “Prometió la reivindicación de la soberanía y sin embargo puso en juego nada menos que la seguridad nacional”.
El sector eléctrico paraguayo esta sufriendo su peor crisis de la historia, consecuencia lógica de la negligencia criminal de los gobiernos corruptos que sufrió el país en los últimos 30 años. De esa lista infame no debe excluirse al actual Ejecutivo, porque en sus 18 meses de Gobierno hizo muy poco, por no decir nada, para detener la crisis y mucho menos aún para solucionarla.
Se reclamó al Brasil la terminación de la subestación margen derecha (paraguaya) pero ni siquiera se pudo aún concretar la ampliación de una celda para salida de una nueva línea de 220 kV. Vender nuestra energía a otros países a precio de mercado, revisar la abultada deuda –que contiene componentes “espurios”- la cogestión plena en las direcciones técnicas y financieras son justos reclamos que pasaran a formar parte de las promesas incumplidas del gobierno que prometió “cambio”, pero mintió.
Tras reunirse con Lugo, el dirigente campesino Odilón Espínola dijo que no escuchó “absolutamente nada nuevo” y comparó a esta administración con la de los colorados. Señaló que, pese a las grandes promesas, “no se ha hecho nada”. En el sector eléctrico paraguayo también podemos afirmar como el dirigente campesino que “pese a las grandes promesa no se hizo nada todavía”.
(*) Ingeniero Electricista, director de la revista especializada Mundo de la Electricidad.
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